Con espectáculos pirotécnicos y un repertorio musical de 30 canciones, anteanoche concluyó el reencuentro de Timbiriche ante más de 40,000 personas. Sasha, Benny, Mariana, Alix, Diego y Erik se despidieron en el Foro Sol sin poder contener las lágrimas mientras se escuchaban súplicas de “¡No se vayan!” y “¡Los queremos, Timbiriche, los queremos!”, informa “Reforma”. Los integrantes de la banda, cinco de ellos padres de familia, con excepción de Sasha, agradecieron al público el apoyo incondicional que les brindaron a lo largo de su carrera y durante su segundo encuentro en los escenarios, con motivo de los veinticinco años de su formación, el cual se prolongó un año y cinco meses. En el recital de dos horas con veinte minutos, la banda que marcó a generaciones tras su lanzamiento en 1982 no olvidó a su compañera Paulina Rubio, quien esta vez prefirió no integrarse al aniversario. En el momento que Sasha interpretaba “Corro, vuelo me acelero”, se proyectó una imagen de la “Chica Dorada”, que fue aplaudida por los fans. El show de Timbiriche arrancó con una hora de retraso, al parecer por problemas técnicos y el caos vial que en las inmediaciones del Foro Sol impidió la llegada a tiempo de sus seguidores, ya que a las 7:30 de la noche, hora pactada para la cita, el recinto se encontraba a una tercera parte de su capacidad. Una hora después, luego de mostrarse en pantalla varias imágenes de los integrantes en su etapa infantil, cada uno de los citados apareció al frente del escenario para cantar “Y la fiesta comenzó”, “Somos amigos” y “La banda Timbiriche”. Ante sus contemporáneos, acompañados de sus hijos y varios jóvenes que gustan de su música, y a diferencia de sus anteriores presentaciones, esta vez la agrupación no se pronunció porque exista en México una cultura de la donación de órganos. Mariana, quien lució un avanzado embarazo, y Erick unieron sus voces en “Muriendo lento”. Hablando con el público “Buenas noches, ¿cómo están allá arriba, atrás, a los lados, abajo, cómo están todos?”, preguntó Diego Schoening, quien con la voz entrecortada agradeció la asistencia de la gente. “Gracias, porque sin ustedes no existiría Timbiriche, lo único que les puedo decir es que los amo. Gracias a nuestras familias, esposas e hijos. Estoy seguro que todos en su corazón y en parte de su ADN llevan tatuado el nombre de Timbiriche, por favor, un aplauso”, expresó para luego entregarse con “Soy un desastre”. Acompañados por siete músicos y una corista, continuaron con uno de los momentos cumbres de la velada cuando “Sandy Tontales” (Sasha) y “Danny Seco” (Benny) se encontraron en el escenario para recordar sus “Noches de verano”, al igual que en el musical “Vaselina”. También interpretaron “Amor primero” y “Rayo rebelde”. Después bailaron con “Problema”, “Rocococococanrol”, “Rock del amor”, “Amame hasta con los dientes”, “El gato rocanrolero” y “El baile del sapo”. “Les agradezco por reunirse nuevamente con nosotros, por esta despedida maravillosa. Por fortuna existe la música para seguirnos comunicando y seguir siendo cómplices por muchos años más”, comentó Mariana Garza. Mariana destacó el trabajo y talento de cada uno de sus compañeros, en específico de Benny, Alix y Mónica Vélez en la composición del tema “Vuelvo a comenzar”, que se incluye en nuevo disco “Timbiriche 25 en vivo”. La artista dijo que la letra es un retrato de su vida y agradeció a Dios por el milagro de su matrimonio con Pablo Perroni. Fue entonces que junto con Alix y Sasha colocó su voz en dicha melodía. Llegó entonces la oportunidad individual para todos: Benny cantó “Mamá”, al tiempo que su madre Julissa le aplaudía entre el público, y se transmitían fotografías de los Timbiriches con sus progenitoras, como mamás o con sus esposas. Mariana puso al público de pie con “Besos de ceniza”, Erik con “Princesa tibetana”, Sasha brilló con “La vida es mejor cantando” y Diego con “Tú y yo somos uno mismo”. Llegó el momento... A las 10:25 de la noche las luces se apagaron por completo y muchos comenzaron a abandonar sus lugares. Pero ante la ovación unánime de “¡otra, otra!”, el grupo regresó con diferente vestuario en colores negro y blanco para entregar un popurrí de temas de la década de los ochenta. Finalmente, llegó el momento más emotivo de la noche y quizá el más difícil para Timbiriche. A capela y a punto del llanto interpretaron “Juntos” y “Hoy tengo que decirte papá”. Luego se escuchó la melodía “México” que cerró con broche de oro el reencuentro musical. Se tomaron de las manos y con los brazos arriba se despidieron. Antes de que marcara el reloj la medianoche, Diego fue el último que, llorando, bajó del escenario. Benny, Erik, Sasha y Diego prepararán un disco más como solistas; Alix terminará de escribir el libro de la banda y Mariana espera con ansias el nacimiento de su segunda hija, para julio.
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